Mujeres principales víctimas de pobreza, desempleo e informalidad: Ángela María Robledo

Mujeres principales víctimas de pobreza, desempleo e informalidad: Ángela María Robledo

Bogotá, noviembre 2 de 2016

La representante a la Cámara Ángela María Robledo denunció hoy nuevamente en debate de control político en el Congreso que las mujeres han sido históricamente las más pobres entre los pobres, quienes sufren mayor situación de desempleo y también las que se dedican en mayor proporción a la informalidad laboral y las ventas ambulantes, lo que las avoca a una situación de extrema vulnerabilidad y exclusión.

De acuerdo con cifras del DANE presentadas por la congresista Robledo a octubre de este año, “la informalidad femenina sigue siendo un fenómeno extendido en Colombia y tiene que ver con las difíciles condiciones laborales para las mujeres”, lo anterior teniendo en cuenta que según la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) del 2015, en las 13 principales ciudades y áreas metropolitanas del país, se calculó que los ocupados informales que trabajan en un sitio descubierto en la calle eran 499 mil. De igual manera, se calcula que la proporción de ocupados informales en 23 ciudades y áreas metropolitanas fue de 48.5%.

La congresista ha denunciado que pese a los avances normativos y constitucionales que obligan al Estado a construir colectivamente con la población afectada de vendedores informales políticas públicas y sociales que puedan mejorar las condiciones de vida y trabajo digno para estas personas, los gobiernos locales como Bogotá no logran impactar mínimamente a esta población que para el caso de las mujeres resulta lamentable.

“Por ejemplo, la tasa de desempleo de mujeres jóvenes (entre 14 y 28 años) está hoy seis puntos más alta que la de los hombres: 20% frente a un 14% (junio – agosto 2016). En general la tasa de desempleo de mujeres está por el orden de 11,7, frente a un 8,8% de los hombres. Por tasa de participación en el mercado laboral tampoco salimos bien libradas: 60% frente a un 75,5% de los hombres. Así, mientras 60% de la población económicamente inactiva masculina se dedicó a estudiar; el mismo porcentaje de la femenina se dedicó a oficios del hogar”.

De acuerdo con Robledo, “sigue siendo un reto pendiente de los gobiernos locales resolver la tensión entre espacio público y trabajo digno, ofrecer alternativas reales de empleo, oportunidades de vida y desarrollo, en vez de asumir un rol represivo y de criminalización de la pobreza y la supervivencia de la gente más humilde. El Estado de Derecho y las políticas públicas deben orientarse a reducir las brechas entre mujeres y hombres, ricos y pobres, pero de ninguna manera, castigar a quienes siguen siendo los más débiles y vulnerables en la sociedad”.

PRENSA: ÁNGELA MARÍA ROBLEDO: 3202343806: MARGARITA SARMIENTO

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