¿Mordaza a la televisión pública? (Columna – Bogotá)

Debo confesar que no recuerdo el nombre del antiguo gerente del Canal Capital. ¿Alguien se acuerda? Debo confesar, también, que no sé cuáles fueron los logros de su gestión. ¿Alguien los conoce? Puedo cometer una injusticia con varios productores, libretistas, presentadores o camarógrafos, pero el único programa que recuerdo emitido años atrás en ese canal de televisión es el del exalcalde Samuel Moreno. Una vergüenza. 

Los tiempos han cambiado y, con ellos, la dirección del Canal Capital, actualmente bajo el liderazgo y la valentía del periodista Hollman Morris. No hay duda que la nueva programación es una apuesta por la paz, la verdad, la justicia, la memoria y la reconciliación. Han hecho de Canal Capital un espacio para condenar la impunidad y rechazar todas las formas de violencia, un espacio para respetar la vida, la libertad, la diferencia y la diversidad. 

Eso, en este país, tiene un costo: la estigmatización y la persecución, muy propias de las dictaduras. Es el precio que tienen que pagar quienes se enfrentan al establecimiento, o quienes trabajamos por la paz y la defensa de los derechos humanos. Es indignante y lamentable, lo sé, pero ese fue el peor legado de la “seguridad democrática”. Si no pregúntenle a Hollman Morris, a quien pretenden destituir por transmitir el concierto de Paul McCartney en Bogotá, que disfrutaron millones de televidentes. O mejor pregúntenle al concejal Marco Fidel Ramírez, que tuvo el descaro de pedir las hojas de vida de los empleados LGBTI del Canal Capital. No hay derecho.

A lo que sí tenemos derecho es a exigir la mejora de los contenidos televisivos. Pero de nada vale quejarse en las redes sociales de los noticieros, los realities y los concursos de la televisión privada si no aprovechamos para valorar y sintonizar la televisión pública, para la cual no somos simples clientes o consumidores. Porque, como diría Jesús Martín Barbero, la televisión pública no es un negocio, es cultura. 

Por eso escribo estas palabras, para agradecerle al Canal Capital, a Señal Colombia, al Canal del Congreso y a todos los canales públicos y regionales por formar ciudadanía, por permitirnos -en este mundo globalizado- un diálogo intercultural y comunitario que va más allá de la lucha por el rating. ¡Gracias!

 

ANGELA ROBLEDO

Representante a la Cámara por Bogotá

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