El ataque a Mockus y al proceso de paz. Por Juan Camilo Caicedo

El ataque a Mockus y al proceso de paz. Por Juan Camilo Caicedo

fotoDesde que el exalcalde Antanas Mockus invitó a apoyar los diálogos de paz con la guerrilla en la Habana, se han generado varias opiniones de diferentes posturas. Desde ataques en redes sociales de parte de personas afines a la ultra derecha, expresiones agresivas de congresistas afines a la ultra derecha, hasta el hurto de dos de sus computadores en su corporación, Corpovisionarios. A mitad de año en el 2013, Mockus manifestó estar dispuesto incluso a ser el escolta de “Timochenko”, dejo en claro su apoyo hacia el proceso de paz. Para el 2014 el exalcalde manifestó el apoyó a la candidatura reeleccionista de Juan Manuel Santos, ya que este prometió firmar un acuerdo con las FARC, en donde éstas se comprometerían a dar fin a su accionar delictivo. Santos ganó y los puntos de la agenda en la Habana están bastante avanzados.

El pasado lunes 19 de enero en la oficina de Antanas Mockus se robaron 2 computadores, los cuales contenían información de la marcha por la vida, que se llevará a cabo el 8 de marzo del presente año. Este hecho repudiable y delincuencial tiene pocos sospechosos, pues cuantas personas se van a querer robar dos computadores con información de una marcha anunciada por Mockus días atrás. Luego de las capturas a los hackers de la campaña del excandidato Zuluaga, la ultra derecha no tiene manera de adquirir información sobre todo lo relacionado con el proceso de paz, como de sus actores involucrados, salvo el Senador Uribe, quien pareciera tuviese mayor control e incidencia sobre las fuerzas militares, que el mismo ministro de defensa Juan Carlos Pinzón. Cuando Mockus manifestó su deseo de realizar una marcha por la vida, quienes se opusieron fueron aquellas personas afines a la ultra derecha, que siempre se han manifestado en contra del proceso de paz, o que hoy día cambiaron su discurso debido a su alianza con algunas personas del Partido Conservador, en donde cambiaron marchas en contra del proceso, por marchas de “paz sin impunidad”. Es un poco extraño que esas mismas personas que critican al presidente Santos, no recordaron que el ministro de defensa de Uribe, fue Santos, que todas las operaciones militares en contra de las FARC, que fueron legales e ilegales como la incursión a Ecuador fuesen dirigidas por el ministro de defensa de Uribe. Otro hecho que probablemente no recordarán, ya que estos individuos de la ultra derecha e incluso algunos conservadores, no recuerdan el proceso fallido con las FARC fechado de 1998 a 2002, en donde al expresidente conservador que cree tener más autoridad moral para hablar sobre los diálogos de paz que cualquiera, Andrés Pastrana, quien fue dejado plantado por “Tirofijo” en el Caguán, ha sido uno de los que más críticos frente al proceso en la Habana, como si Pastrana fuera el experto en llevar a cabo exitosos procesos de paz, cosa que nunca pudo realizar. Continuando con los problemas de memoria de las personas afines a la ultra derecha y al ala militar, tampoco recordarán que el endiosado Senador Uribe en su época de presidente tuvo dos procesos, el primero con los paramilitares, que fue un fiasco, pues si bien llego a acuerdos con la mayoría de jefes de cada grupo paramilitar, llevándolos a cárceles, dentro y fuera del país, no logró acabar con el accionar delincuencial de los paramilitares. Por el contrario originó un nuevo grupo llamado las BACRIM, quienes en gran medida son desmovilizados de los paramilitares, que una vez dejaron las armas y retornaron a sus lugares de origen, no consiguieron empleo, no tuvieron oportunidades por parte del Estado, o vieron que al no haber un duro en la zona que tuviera incidencia en el pueblo, ellos podrían ser jefes y controlar droga, dinero etc, pues se dieron a la tarea de reagruparse, reclutar gente y formar lo que hoy día se conoce como las bandas criminales, que con el pasar del tiempo, de operar en áreas rurales, han pasado a operar en grandes ciudades capitales como Bogotá, Cali y Medellín, entre otras. Y para finalizar algunos de los hechos que la ultra derecha colombiana olvidó, bien sea por conveniencia o por problemas de salud, está el intento de negociar con las FARC del mismo Senador Uribe, mientras este era presidente.

Los anteriores hechos muestran una conveniencia política de la ultra derecha colombiana, en lo que más que querer “paz sin impunidad”, y guerrilleros pagando cárcel en USA, lo que quieren es poder y gobernar a su antojo pasándose tratados internacionales, no midiendo las fuerzas, orquestando masacres y haciendo alianzas estatales con bandas criminales y paramilitares, como sucedió durante un gobierno que todos conocemos.

Hay que dejar en claro que no habrá una paz total con un acuerdo entre las FARC y el gobierno, ya que falta ver qué pasa con la intención de dialogo por parte del ELN con el gobierno, adicionalmente y pese a que autoridades, políticos y entes de control, nieguen la presencia de paramilitares y BACRIM en las grandes ciudades colombianas, es un hecho que estas operan y se mueven como un pez en el agua. La paz no es solo acabar con los grupos armados, también es una sociedad con igualdad, equidad, con unas condiciones mínimas de subsistencia, con inclusión y desarrollo social. Aunque solo se mencionan cosas negativas del Senador Uribe, nadie puede desconocer su avance en seguridad, el recuperó gran parte de las zonas rojas, en donde el Estado jamás había podido hacer presencia, pero también se sobre paso en la manera como lograba los objetivos militares y ahí fue uno de los puntos en donde la embarro, desdibujando la transparencia de las instituciones del Estado.

Ojalá que los diálogos del gobierno con las FARC lleguen a un feliz término, y pueda ser un paso gigante para lograr la paz, y que el exacalde Mockus pueda recuperar sus dos computadores, con la información sobre la marcha del próximo 8 de marzo, pues es válido su aporte a la paz de Colombia.

Por: Juan Camilo Caicedo

@JUANCAELBROKY

 Nota: opiniones de nuestros columnistas invitados no pertenecen ni reflejan necesariamente la opinión de la Representante Angela Robledo. 

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