Carta abierta de Angela Robledo al Partido Verde sobre la reparación de las víctimas

Señor

LUIS EDUARDO GARZÓN

Presidente Vocero

PARTIDO VERDE

Ciudad

 

Hace pocas semanas, al comenzar las labores de la Dirección Nacional del Partido Verde, hice llegar a Usted, y por intermedio suyo a los demás compañeros de la Dirección, una comunicación en la cual expresaba mi preocupación por el hecho que nuestro Partido estaba ausente del debate público en torno de los grandes problemas y de los grandes anhelos del país. El más grande de éstos es, sin duda alguna, la esperanza y el deseo que sé que compartimos que en un día no muy lejano los colombianos y colombianas podamos vivir en un país en Paz. 

Hemos dicho que la Paz en Colombia es posible. Y urgente. También que la Paz se construye entre todos, y no es simplemente el resultado de un acuerdo político entre el Gobierno y la insurgencia. La Paz exige que la sociedad colombiana toda, bajo el liderazgo claro del Jefe del Estado y con el acompañamiento de los Partidos Políticos, de las organizaciones sociales, de los medios de comunicación, de las iglesias, de los jóvenes y las mujeres se comprometa de manera franca con el restablecimiento de los derechos de los millones de víctimas que han dejado décadas de violencia que, como ha sucedido en los días recientes, puede alcanzar formas y niveles demenciales.

El Presidente Santos ha asumido un claro liderazgo en el tema de construir un marco normativo e institucional para la reparación de las víctimas y el restablecimiento de sus derechos. Y el Partido Verde lo ha acompañado, dentro y fuera del Congreso, en ese propósito que incluye, por supuesto, el derecho de la sociedad a conocer plenamente la verdad de los hechos de violencia que han sacudido tantas veces la conciencia nacional. Entre ellos ocupa lugar muy significativo la toma y retoma del Palacio de Justicia ocurrida hace ya tantos años

Hace pocos meses, al conmemorar un aniversario más de los luctuosos hechos, el Presidente Santos expresó que en relación con este asunto era necesario llegar a la verdad por dolorosa que ella fuera. Parte de esa verdad, la judicial, le corresponde determinarla a los Tribunales de Justicia con que cuenta el país. Por ello resulta tan grave que el Presidente Santos haya salido a descalificar decisión del Tribunal Superior de Bogotá de ratificar la condena al Coronel Alfonso Plazas Vega por las desapariciones forzadas de personas que ocurrieron con ocasión de la retoma, a sangre y fuego, del Palacio de Justicia; y la exhortación que en dicho fallo se hace al Fiscal de la Corte Penal Internacional para que en esa instancia se investigue la presunta responsabilidad del Ex Presidente Belisario Betancur en una serie de actuaciones que, a pesar de los años transcurridos y las múltiples investigaciones adelantadas, tienen aspectos aún no aclarados. 

Las declaraciones del Jefe del Estado constituyen no solo un desacato a la decisión de un Tribunal frente a la cual existen mecanismos procesales de impugnación, sino que constituye una clara violación a los principios de separación de poderes y de colaboración armónica entre los mismos para el logro de los fines del Estado. Si el propio Jefe del Estado desconoce el carácter obligatorio de los fallos judiciales, proferido además por un Tribunal que goza de amplio reconocimiento por su idoneidad, qué se puede esperar de los demás estamentos de una sociedad polarizada por años y años de violencia?

Los Jefes y directivas de los Partidos Políticos se han pronunciado sobre el tema. Algunos para respaldar al Jefe del Estado en una postura que yo creo que resulta quizás entendible por la sensibilidad que el tema despierta en ciertos sectores de la vida nacional, pero no por ello justificada ni aceptable en quien tiene la obligación del encarnar la unidad de la Nación y hacer realidad la existencia entre nosotros de un verdadero Estado de derecho.

El Partido Verde tiene, por definición de su programa, un compromiso indeclinable con el derecho a la vida, con la protección de los Derechos Humanos, con el Estado de Derecho que los garantiza. En esta hora decisiva, no seamos entonces inferiores a nuestro deber como Partido que aspira a liderar esta sociedad que anhela fervientemente poder vivir en Paz.

 

Sinceramente,

ÁNGELA ROBLEDO

Representante a la Cámara

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